Una vez superado el desayuno de junio os ofrecemos una serie de conceptos sobre los que deberíamos todos reflexionar de cara a futuras citas:
El índice UV es un indicador de la intensidad de la radiación ultravioleta proveniente del sol sobre la superficie terrestre.
El factor de protección solar es un índice que indica el tiempo que una persona puede estar expuesta al sol sin sufrir quemaduras.
Uno curioso (oh, wikipedia!) es el capital solar: número de horas que un individuo puede exponer su piel al sol durante toda su vida. Una vez consumido comienzan los problemas cutáneos. El capital solar de cada persona está predeterminado genéticamente.

Desde los desayunos nos gustaría lanzar un guante a sociólogos y antropólogos y animarles a elucubrar sobre el número de horas que un individuo puede pasar en el espacio público durante toda su vida. Agotado este tiempo, ¿aparecerán problemas cutáneos?. ¿Es sensato pensar en una predeterminación genética?
Conviene no confundir lo que llamaríamos capital público con lo que le están inyectando vía FROB al sistema financiero.